Hace casi una semana que no me baño, ¿para qué hacerlo? Apesto a mugre, sudor y cigarrillos. No he comido en cuatro días. Hay comida en el
refrigerador, pero, simplemente, no me provoca. En cuanto a dormir, ahora mis
pesadillas son no soñar contigo. Tan pronto me doy cuenta de que no estás en mi
sueño despierto enfurecido y luego no logro volver a dormir. ¿Fue éste tu plan
desde el comienzo? ¿Despertar en mí la intriga y dejar que me hundiera en ella?
Hay gente tocando a la puerta, los escucho llamarme desde afuera. Creo que
reconozco las voces de mis padres y mis hermanas. Creo que también hay un par
de amigos y tal vez mi ex-esposa. Creo que están hablando de conseguir un
cerrajero que abra la puerta. Siguen golpeando. Me hacen recordar una canción
de mi juventud: Knocking on heaven’s door, de Guns ‘N Roses —Tocando a la puerta del cielo—. Entonces lo
entiendo de repente. ¡Por supuesto! No eres de este mundo, ¿verdad? No eres de
esta vida. Vienes de más allá. Es por eso que no puedo verte, es por eso que
sólo apareces en sueños. Si quiero verte tengo que ir allí donde estás, porque
tú no puedes venir aquí. ¡Ya lo entiendo!
<< Delirio anterior | Delirio siguiente >> |
No hay comentarios:
Publicar un comentario